El ex asesor de la Presidencia dio una entrevista semanas después de su salida abrupta del Gabinete y desmintió haberle propuesto un plan a Alberto Fernández para ocupar el Ministerio de Economía. “No le llevé un plan al Presidente”, dijo.
Antonio Aracre, el ex jefe de Asesores de la Presidencia, criticó públicamente el plan económico del Gobierno a pocas semanas de renunciar a su cargo, en medio la polémica por las internas políticas y la escalada del dólar blue.
“Si hay un plan de Sergio Massa yo no lo conocía. Si ustedes lo conocen me gustaría saber en qué consiste”, expresó el ex funcionario del mandatario Alberto Fernández en declaraciones a CNN Radio.
Aracre consideró que el ministro de Economía “tiene un plan que mucha gente lo llama peyorativamente el plan llegar, que si vos ves las últimas medidas que se tomaron con la tasa de interés y con los bonos es en definitiva generar una espiralización nominal de la inflación”.
Un intendente K calificó de “basura” a Antonio Aracre y lo acusó de operar contra el gobierno
En ese sentido, el ex CEO de Syngenta explicó por qué cree que Massa no puede dejar el Palacio de Hacienda: “No me parece que en un contexto como el que tiene la Argentina hoy Massa se pueda dar el lujo de dejar el Ministerio de Economía porque, más allá de sus conocimientos técnicos o el de su equipo, reúne una serie de características políticas en torno al kirchnerismo y al albertismo que lo posicionan como una persona muy adecuada”.
Con respecto a su salida del Gobierno y a las especulaciones que se desataron semanas atrás por la posibilidad de que Aracre asumiera en el Ministerio de Economía en su reemplazo, aclaró: “No le llevé un plan al Presidente, pero sí le dije ‘mirá, hay cosas para hacer’ y él me dice ‘mirá, por qué no me escribís algo y me contás en ese paper cuáles son las cosas que se pueden hacer”.
Sin embargo, aclaró que “el paper existió”. “Obviamente que después hubo gente que lo filtró editado. A raíz de ese paper que le mandé al Presidente, nos juntamos a almorzar y charlamos”, contó.
El ex funcionario calificó de “teoría conspirativa” la versión sobre su presunta “traición” al tigrense. “No tenía por qué pensar que era una traición (a Massa). Me parece muy rara esta teoría conspirativa de que un jefe de Asesores de un Presidente no se pueda sentar a hablar y almorzar con el Presidente para discutir sobre la marcha de la economía. Me parece delirante. Si no lo es, que bien que me corrí de ahí porque entonces no entiendo muy bien cuál sería mi lugar”.
Aracre fue contra la portavoz Gabriela Cerruti: “Se ocupó de persuadirlo al Presidente”
Antonio Aracre desmintió además haber tenido un “off the record” con periodistas para hablar sobre las propuestas que le presentó al presidente Alberto Fernández y aseguró que fue una versión que promovió la portavoz del Gobierno, Gabriela Cerruti: “Esa fue la versión de la portavoz, que se ocupó de difundirla y de contársela o persuadirlo al Presidente en ese tema”.
Luego contó que la bloqueó de WhatsApp y amplió: “En general bloqueo a las personas tóxicas. Cuando veo una persona que me parece que todo lo que dice y hace no me suma, me resta, miente y todo lo demás, bloqueo”.
El vínculo de Antonio Aracre con Alberto Fernández
“Por Alberto Fernández siento mucho respeto y afecto personal. En lo profesional, en la gestión de Gobierno, hay algunas cosas que no coincido con esa forma de liderazgo radial que él tiene”, planteó Aracre.
En esa punto, cuestionó su forma de dialogar con distintos sectores: “Le cuesta juntar en una mesa a diversas personas involucradas en un determinado tema. Se reúne con uno y con otro. No es la forma que yo creo que corresponde utilizar cuando estás frente a un problema serio y grave”.
El ex funcionario dijo que en el documento mencionó, entre otras cosas, los “problemas de coordinación severos entre el Ministerio de Economía y el Banco Central”. “El Gobierno tardó diez días en ajustar la tasa de interés en medio de una corrida”, manifestó.
Luego, consultado por si se sintió el chivo expiatorio de la escalada del dólar, respondió que sí. “Yo sentí que no tengo los skills (habilidades) para la política, porque en la política vale mucho más la rosca que la acción. A mí la rosca me divierte un ratito, pero después veo un problema serio y tengo la necesidad de salir a ver cómo podemos hacer algo con eso”, dijo.
Por ese motivo, desestimó volver a la función pública: “No me gustan las palabras ‘siempre’ ni ‘nunca’. parece que fue debut y despedida en mi caso”.