ITALIA-VATICANO: El Papa Francisco siempre decía que su pontificado sería corto: “Cuatro o cinco años, no sé, dos o tres”. Jorge Mario Bergoglio ascendió al trono de Pedro en marzo de 2013. Y así han pasado casi diez años. Sin embargo, los rumores sobre su renuncia se han ido persiguiendo desde que elogió los de Joseph Ratzinger. En 2014, Francisco dijo que Benedicto XVI “abrió la puerta a los papas eméritos”. Y unos años después explicaba que en el futuro podrían haber otros: “No digo muchos, pero tal vez dos o tres, y serán eméritos”, dado que el Papa siempre será “uno solo”. Antes de Navidad, Bergoglio hizo saber que ya había firmado una carta de renuncia al pontificado “en caso de enfermedad”. Pero su despedida puede llegar tarde o temprano. También por la muerte de Ratzinger.Porque, como explicaba estos últimos días el Corriere della Sera, habría sido insostenible para la Iglesia tener dos papas eméritos y un tercero elegido en San Pedro. Y por eso Bergoglio siempre ha preferido evitar cualquier hipótesis en este sentido precisamente por la presencia de Benedicto. También por las tesis conspirativas que siempre han acompañado a los dos papas. Es decir, los que querían al papa alemán como verdadero pontífice y al argentino como usurpador. Todas las tesis que los dos nunca reavivaron. De hecho, el padre Georg subrayó hoy que solo hay un Papa. Mientras tanto, sin embargo, Bergoglio casi continúa preparando el camino. El verano pasado explicó que si llegaban, se haría llamar “Obispo emérito de Roma” y no “Papa emérito”. No usaría la sotana blanca y no viviría en el Vaticano sino que permanecería en la ciudad. Sin volver a Argentina.
