Yigit Cakmak, de 8 años, fue encontrado bajo los restos de un edificio en la provincia de Hatay (Turquía) gracias a los trabajos realizados, y al fin pudo reunirse con su mamá.
Las labores de rescate continúan en Turquía y Siria luego de que los fuertes terremotos registrados azotaran ambos países y dejaran miles de víctimas y daños producto de los derrumbes.
A la fecha aún hay gente desaparecida entre los escombros, por lo que es importante actuar rápido para localizarlas a tiempo. Y si bien es inevitable tener un pensamiento pesimista, mientras se trata de ser realista, las buenas noticias no han faltado y han aportado con algo de esperanza en este momento tan difícil.
El pequeño nunca se rindió y pidió ayuda en todo momento hasta que los rescatistas lograron salvarlo.Se encontraba prácticamente ileso pero por sobre todo emocionado y feliz de haber salido de aquel infierno.
Mientras un hombre lo cargaba tras el rescate, el pequeño alzaba sus brazos y se mostraba contento gracias a la ayuda y porque al fin podía reencontrarse con su madre.
Con su ejemplo, nos ayuda a recordar que la esperanza es lo último que se pierde. Un mensaje que puede ser de ayuda a las miles de familias que han sido afectadas y luchan cada día para salir adelante ante la más dura adversidad.