Legisladores nacionales y bonaerenses integrantes de bloques PRO expresamos nuestra profunda preocupación frente a las orientaciones que guían el abordaje en las escuelas del ataque a la Vicepresidente de la Nación Cristina Fernández.
Vemos con alarma expresiones, tanto de las máximas autoridades educativas provinciales como de la agrupación político-sindical que domina la estructura de la Dirección General de Cultura y Educación, asociando directa y aviesamente los supuestos discursos de odio con figuras de la oposición y sus espacios políticos, con los medios de comunicación críticos, con la justicia. Una bajada de línea perfectamente articulada con el discurso elegido por el kirchnerismo.
Una cosa es trabajar en pos de una convivencia pacífica y plural, otra muy distinta es señalar voces críticas como instigadores de un delito aberrante. Actuar de ese modo es una actitud anti democrática y autoritaria.
La escuela debe volver a una verdadera construcción de ciudadanía plena. Nunca podremos alcanzarla a través de la cancelación, la demonización del que piensa distinto y mucho menos con la invención de relatos infundados que atentan contra los pilares básicos de cualquier democracia sana
La diversidad, lejos de ser un obstáculo, es un objetivo al que debemos apuntar si realmente queremos vivir en una sociedad inclusiva, crítica y tolerante.
El adoctrinamiento a los chicos es la escuela del odio. No lo vamos a permitir.